
Paloma Navarrete, farmaceútica y psicóloga, fue una sensitiva y especialista en temas parapsicológicos. Colaboró en programas de televisión con Jiménez del Oso, Jesús Hermida, José María Iñigo y últimamente en el programa Cuarto Milenio con Iker Jiménez. El padre José María Pilón la incorporó a su eguipo de Investigación de Fenómenos Paranormales, grupo Hepta y vivió en directo varias investigaciones como las de las caras de Bélmez, museo Reina Sofía, palacio de Linares y muchas más.
Tiene entre otros libros sobre el tema parnomal y su biografía, los siguientes: «Otras fronteras, otras realidades» y «Experiencias en la frontera. Mis contactos con el más allá».
En el primero de ellos, «Otras fronteras, otras realidades» y en concreto en su capítulo 10 «Una de castillos», dicha autora nos comenta los sucesos que vivió en nuestro castillo.

En ese capítulo nos narra que conocía nuestro castillo por hacer excursiones de fin de semana con sus hijas y con su perrito Zas, pero que nunca pudo hacer una investigación debido al barullo que montaban sus niñas y el perro, hasta que conoció a través de una amiga y pasado el tiempo, al dueño del castillo.
En ningún momento el nombre del castillo sale a relucir en ese capítulo, pero indudablemente es el castillo de La Riba de Santiuste, debido a varias pistas que da: dice que el dueño contaba con cuatro castillos en España y dos en Alemania (cosa que era cierta para el anterior dueño del castillo), en la provincia de Guadalajara, se aparece una dama blanca, un legionario que contrató para guardar el castillo (Toni Chao), que había un buitre y un león…Lo único que cambia el nombre del dueño, ya que le llama Gonzalo, cosa que no era cierta.
La noche en que conoció en una reunión al dueño del castillo, pescó in fraganti al mismo hablando de la fortaleza. El dueño la contó que por dicho castillo se aparecía un fantasma, una dama que sólo se hacía visible a los hombres. Según decía el dueño, la dama se llamaba Violante, hija del señor del lugar en el siglo XV, que se enamoró de un trovador al servicio de su padre que se llamaba Hernán y al que delató doña Brígida, la dueña a cuyo cargo estaba la joven. Hicieron planes para fugarse juntos, pero al expulsar el padre de Violante al juglar del castillo, la dama se arrojó desde una torre y se mató.
Aquí veo un problema con los nombres de la dama y demás, creo que Paloma usó nombres falsos sacados de un libro del dramaturgo José de Echegaray: «En el puño de la espada», en donde sucede exactamente lo que digo arriba. Mi duda es por qué lo hizo, si alguien puede ayudarme se lo agradecería. Creo que hizo lo mismo que con el nombre del dueño del castillo, ya que no se llamaba Gonzalo, si no Enrique. Hay que señalar que por la zona se llama a la dama blanca «la Manuela», no sé si con un fin cómico o si hay algún documento o si salió el nombre en alguna sesión de ouija o psicofonía.

Paloma comenta que esa norma que le explicó el dueño según la cúal sólo pueden ver a la dama blanca (Violante?) hombres, tuvo una excepción: una vez que el dueño visitó al guardés-legionario del castillo paa traerle comida, subieron como invitadas a dos chicas del pueblo para enseñarlas el castillo, una de ellas parecida físicamente a una gitana. Mientras los cuatro estaban tomando un vino, la chica que parecía gitana, entró en una especie de nerviosismo y preguntó si había alguien más allí, a lo que dijeron dueño y guardés que no, pero la chica dijo que sentía una presencia extraña, alguien más. En un momento dado la chica se puso de pie y dijo que estaba viendo a una mujer que iba directa hacia uno de los hombres y que era un fantasma, acto seguido las dos mozas abandonaron a la carrera el castillo.
Paloma, intrigada por lo que comentaba el dueño, propuso al mismo hacer una investigación in situ acompañada por su equipo de discípulos-aprendices de brujo y una tarde de junio acudieron al castillo para realizarla. Pertrechados con linternas, grabadoras y diversos utensilios, pasaron allí una noche. Les llamó la atención una galería abierta hacia el patio de armas (creo que era el pasillo de las apariciones) ya que la energía de ese espacio era diferente, una mayor densidad del aire y una inversión del giro de los péndulos que llevaban. Tras un ejercicio de relajación y concentración, esperaron a ver qué pasaba. Al rato vieron una especie de luminiscencia en un extremo de la galería, una luz que se acercaba lentamente y que perfilaba una silueta humana, que avanzó y se detuvo frente a uno de los participantes masculinos. Paloma, a través de su bola, comenzó una conversación con la dama: ésta les dijo que por qué estaban allí, que no eran su amado Hernán, que ella era Violante la hija del señor y que sus padres estaban muertos y que vivía allí a pesar de que todo estaba muy cambiado y que no se iba a ir de allí ya que podría perderse y que tenía que esperar a Hernán. Acto seguido dió media vuelta y se alejó por la galería. Dos de las participantes verificaron con el péndulo una gran alteración del campo magnético y uno de ellos hizo varias fotos. Acto seguido levantaron el campo y se fueron al parador próximo (seguro que el de Sigüenza).

Una vez que llegaron al parador y antes de dormir, revisaron las grabaciones y fotos. En una grabación una voz de mujer llamaba «Hernán, Hernán…» y en otra, la misma voz llorando: «No me abandones» y en una de las fotos se atisbaba una leve silueta luminiscente y algunos orbs, que son unas pequeñas esferas de luz invisibles al ojo humano que aparecen en algunas fotos o videos y que algunos investigadores opinan que son manifestaciones del más allá y otros que son fenómenos naturales desconocidos.
Una vez que llegaron a Madrid y más tranquilamente y con mejores aparatos, escucharon, además de las psicofonías anteriores otras dos: éstas de hombre y que decían «no llores más» y «no saldrás de aquí» con voz seca y tajante. Además se oían golpes secos y pasos (raps) que no se habían oído en ningún momento mientras se encontraban en el lugar. Todo ello a pesar del silencio que guardó el grupo y de la soledad del castillo, bastante alejado de sitios poblados.