Esquema general
En este esquema del primer recinto podemos distinguir en negro los antiguos muros ya descritos por Layna en su plano de 1932 y en azul podemos ver algunos elementos nuevos procedentes de la reconstrucción realizada tras la compra en subasta del castillo:

- Avanzadilla a modo de barbacana
- Torre pentagonal
- Arco de herradura
- Barbacana moderna
- Arco de entrada
- Barbacana antigua
- Segundo recinto
- Entrada antigua y poyo
- Aljibe antiguo
- Escaleras de subida al adarve
- Habitación nueva
- Antiguas caballerizas
Avanzadilla
En primer lugar vamos a hablar de la avanzadilla señalada con el número 1: según Layna este espacio serviría como protección a modo de barbacana almenada para otear desde el peñasco que le sirve de límite norte todos los salientes situados en la cuesta de subida a la fortaleza. Según viejas fotografías las únicas modificaciones que se realizaron en la reconstrucción postsubasta fueron la adición de almenas. Aquí podemos ver dicha avanzadilla:
Torre pentagonal
En segundo lugar con el número 2 tenemos la torre pentagonal, torre de vigía y defensiva a la vez ya que desde ella se atisban todos los peñascos de subida y la trinchera defensiva abarbacanada que señalamos con el número 4. Se trata de una torre bajomedieval del siglo XIII que se ha construído sobre la ruina de otra torre cuadrangular altomedieval con mampostería tipo espina de pez (piedras en diagonal) identificable en la base de la torre, sobre todo por el interior, según Enrique Daza y Guillermo García-Contreras. Esta torre primigenia sería el elemento identificado más antiguo del castillo, ya que la zona central siempre se ha considerado el castillo original según Layna, Pavón y otros autores, pero al estar tan sumamente reconstruida, no se ha podido constatar dicha afirmación de una manera clara.
El aparejo de mampostería tipo espina de pez u opus spicatum se usa desde la Prehistoria, también en época romana o bizantina, tanto en construcciones domésticas como religiosas o militares, no obstante los especialistas han considerado que hay una serie de construcciones militares por la zona tales como parte del castillo de Atienza (en concreto es una torre cuadrangular como la de la Riba embutida en la muralla del castillo), la Casilla de los Moros de Membrillera, la cueva Harzal de Olmedillas, la cueva de la Merondilla en Tordelrábano, partes del castillo de Gormaz y Calatañazor, que se datan entre los siglos IX y X. A ello hay que sumar que el mortero de la construcción de esa parte antigua de la torre es rosáceo, considerado por varios autores como el más antiguo de los dos morteros que se observan en los muros antiguos del castillo y muy similar al mortero utilizado en la fortificación conocida como El Castillejo, situado al otro lado del río Salado, sobre el propio pueblo de la Riba de Santiuste. Aunque la cronología de esta última fortificación es algo indeterminada, Guillermo García-Contreras apunta a un origen altomedieval (emiral o califal) por la cerámica recogida.
Por otro lado hay que destacar que esta torre pentagonal tiene una zarpa de cimentación (ensanchamiento en su base) muy similar a otras fortificaciones de época omeya, tales como el castillo de Gormaz, restos del castillo de Covarrubias, torres de la Pica y Masegoso y Mezquetillas en Soria. También en la muralla de Sepúlveda y Buitrago de Lozoya. Tradicionalmente se ha atribuido este tipo de zarpa escalonada a las construcciones militares andalusíes. En la torre pentagonal de la Riba esta zarpa no sería escalonada si no con un muy ligero talud, pero Enrique Daza la considera coétanea a la tipología de zarpa en escalón.
Es un elemento que se ha conservado bastante bien y en la reconstrucción que se hizo del castillo no se tuvo que rehacer especialmente, si acaso las almenas tal como dijimos en el caso de la avanzadilla. Antiguamente se distinguían dos estancias superpuestas y puerta a la altura del piso principal y el acceso a dicha torre se produciría mediante una escalera de mano ya que la puerta no estaría a nivel del suelo, actualmente se reformó y se ha añadido otra entrada con un arco ojival al nivel del suelo. Las vigas y el suelo de las dos estancias están rotas con gran peligro para el que accede hasta ellas. Parece ser que la parte inferior sirvió de almacén durante los años 80. a


En estas fotografías de abajo observamos cómo es actualmente la torre pentagonal, uno de los elementos más característicos del castillo y más bonitos del mismo:
En esta fotografía antigua de abajo, podemos ver el estado de la torre en el año 1932, así como la trinchera de subida al castillo, la entrada principal actual y las torres del recinto principal, también se vislumbra la avanzadilla abarbacanada sin almenas:
Torres pentagonales en Castilla
Las torres pentagonales tienen origen ya en la República Romana durante el siglo II A.C., pero su incorporación definitiva se produjo en la segunda mitad del siglo IV y su desarrollo definitivo se dio dentro del Imperio Bizantino en el VII. Penetra en Europa a través del norte de Italia, regiones orientales de Francia y mitad norte de España, pero no obstante hay algunas torres de mediados del siglo IX (Calatrava la Vieja) que pueden ser procedentes de la influencia islámica proveniente del norte de África.
Según Pedro José Pradillo y Esteban, la implantación de estas torres se produjo en fundamentalmente tres etapas cronológicas y a iniciativa de personalidades concretas en la corona de Castilla:
- Un primer momento a imitación de las obras existentes en fortalezas andalusíes del siglo IX tales como Calatrava la Vieja en las empresas constructivas de Alfonso VIII (1155-1214). Podrían ser influencia de los cruzados europeos llegados a Castilla para la campaña contra los almohades que terminó en la batalla de Las Navas de Tolosa (1212). Entre los ejemplos que tendríamos se encuentran: dos torres de Calatrava la Vieja, Alarcos, Caracuel y probablemente nuestra torre del castillo de la Riba. También murallas del arrabal del Vado de Toledo.
- Un segundo momento con su implantación definitiva durante la regencia de María de Molina (1260-1321). Con las siguientes fortificaciones: Molina de Aragón, Zafra, Fuentelsaz en Guadalajara, Montealegre, Buitrago, cercas urbanas de Guadalajara y Madrigal de las Altas Torres. También bajo la influencia del infante don Juan Manuel (1282-1349) en sus dominios: San Martín de Montalbán, Alarcón, Cifuentes, Puebla de Almenara…
- Un tercer momento. Empresas constructivas de Pedro Tenorio, arzobispo de Toledo entre 1377-1399. Murallas de Toledo y puentes del mismo (Alcántara y San Martín), Alcalá de Henares, Santorcaz…
Por lo tanto nuestra torre podría ser uno de los ejemplos más antiguos de este tipo de elemento castral realizado en nuestro país, al quedar englobado en ese primer momento constructivo.
Otros elementos constructivos
Otros elementos a reseñar con los siguientes: la entrada con arco de herradura al recinto del castillo (4), la trinchera con barbacana, zona reconstruida (6) y zona antigua (7) y otro arco de entrada (5). Tanto el arco de herradura como la parte de barbacana que llega hasta el otro arco de entrada reseñado con el número 6 son resultado de la reconstrucción realizada por el propietario después de comprar las ruinas del castillo, ya que en el plano de 1932 de Layna y en las fotografías antiguas no consta, como podemos ver en la de arriba. Esa trinchera en algunas partes parece que fue retocada por la mano del hombre para acrecentar la verticalidad y poder defender mejor el castillo.
Este último arco que hemos señalado con el número 5 también es un añadido nuevo, no obstante según el plano de Layna parece que en tiempos hubiera otro muro que seguiría el lienzo occidental que parte de la torre pentagonal y que tendría una entrada y que con la entrada al recinto principal actual formaría un sistema de entrada acodada (observese en el plano), pese a todo ello no se aprecian hoy en día restos a simple vista.
No obstante, y tras el hallazgo de Marcos Nieto de un grabado antiguo francés que nosotros creemos fiel reproducción del estado del castillo durante y antes de las guerras napoleónicas (ver el apartado «curiosidades»), en ese grabado se aprecia un arco de entrada al castillo no acodado y que podría corresponder con el arco de herradura 4 o con el arco 5, yo me inclino más por este último, a pesar de ser una reconstruccón actual, ya que en ese grabado se puede ver un arco de medio punto. No sería el de herradura debido a la distancia que hay desde dicho arco hasta el la primera torre. Aquí lo podemos ver más en detalle:

También se podría señalar la existencia de una casucha con tres ventanas situadas entre ese arco de entrada y la primera torre y que podría ser un establo debido a la especie de porche que tiene a la izquierda o también podría ser la vivienda del antiguo guardés. Se situaría en lugar en que he colocado el número 6.
Seguimos con la visita y con los números 8, 9. Con el 8 numeramos la puerta antigua y actual de acceso al segundo recinto, recinto principal o recinto más antiguo, con un banco de piedra a su entrada. Con el 9 distinguimos un aljibe, aljibe que ha sido reformado cubriéndole con vigas de hormigón y hoy en día bastante relleno de porquería por las personas poco cuidadosas que han subido hasta el castillo. Si miramos por dentro se pueden apreciar a simple vista los arranques de los arcos que sustentaban el techo del aljibe. Este aljibe se utilizaría para almacenar el agua de lluvia que caía en el castillo debido a la ausencia de un pozo cercano que suministrara dicho líquido elemento al castillo (que nosotros sepamos).
En la fotografía superior podemos ver la escalera moderna de subida a las almenas y que hemos situado con el número 10, escaleras nuevas ya que Layna no hace mención de ellas. Cuando el cronista visitó el castillo destacó en su libro que se veían los «cimientos de una pared de cerramiento y el dintel de una puerta para pasar a las cuadras sobre las que hubo habitaciones sin duda alguna, ya que en el muro quedan los huecos para apoyo del maderamen; en ellas se alojarían con toda probabilidad los contados mesnaderos encargados de la guarda del castillo». Hoy en día lo único que se puede observar es cierto habitáculo pegado a esa puerta y un gran depósito de agua sin utilizar; no se puede distinguir ninguna otra construcción.